En mi adolescencia fui ecologista activista. Mi preocupación por la naturaleza es máxima, para mi es lo más importante que existe y por lo que hay que luchar.
En el año 2005 estaba especialmente preocupado por los efectos de la globalización.
En los viajes que realizaba por otros países me daba cuenta que las ciudades se parecen cada vez más: los mismos comercios, restaurantes,.... Cada vez menos cosas que te sorprenden, por las que merece la pena viajar, las que nos hacen disfrutar a los viajeros (que no turistas).
Todo ello se lo debemos a la globalización. Además, podemos añadir: empobrecimiento ecológico por la industrialización y estandarización de los cultivos y el empobrecimiento de las ideas y de los productos, impuestos por las centrales de las multinacionales y del pensamiento.
Pero es inútil luchar contra la globalización, es una fuerza imparable. Lo único que podemos hacer es utilizar lo positivo que tiene, coger el principio de economía de la navaja de Occam, aunque en vez de ser para suprimir lo que no puede ser observado, lo hago para eliminar todo lo que no es natural.
Así, en ese ya lejano 2005 fue cuando creé el concepto de Globalización Inversa. Todas mis teorías y principios en los que se basa 4d-life se inspiran en la naturaleza, en lo que estamos olvidando.
Defino lo que es la Globalización Inversa:
La observación de todas las posibilidades que se dan a escala microcósmica, recogerlas, darles valor y transformarlas innovando, si es necesario.
Es como funciona la vida. Pequeñas relaciones, acontecimientos y, finalmente, hechos, se dan en microescalas: un árbol con los insectos específicos que crecen en él, con las relaciones que establecen con las plantas que les rodean,... En el fondo, ¡posibilidades infinitas!
Es el camino inverso a la globalización que es una relación impuesta de 1 a n. La GI, es un proceso de n a n. Es un universo de relaciones respetuosas, de colaboración y de observación. De esta forma, los nuevos productos e ideas se disparan al infinito. El mejor proceso de innovación.
Con las premisas de crear la tecnología que permitiera la GI, creé 4dlife.
Todo ello se lo debemos a la globalización. Además, podemos añadir: empobrecimiento ecológico por la industrialización y estandarización de los cultivos y el empobrecimiento de las ideas y de los productos, impuestos por las centrales de las multinacionales y del pensamiento.
Pero es inútil luchar contra la globalización, es una fuerza imparable. Lo único que podemos hacer es utilizar lo positivo que tiene, coger el principio de economía de la navaja de Occam, aunque en vez de ser para suprimir lo que no puede ser observado, lo hago para eliminar todo lo que no es natural.
Así, en ese ya lejano 2005 fue cuando creé el concepto de Globalización Inversa. Todas mis teorías y principios en los que se basa 4d-life se inspiran en la naturaleza, en lo que estamos olvidando.
Defino lo que es la Globalización Inversa:
La observación de todas las posibilidades que se dan a escala microcósmica, recogerlas, darles valor y transformarlas innovando, si es necesario.
Es como funciona la vida. Pequeñas relaciones, acontecimientos y, finalmente, hechos, se dan en microescalas: un árbol con los insectos específicos que crecen en él, con las relaciones que establecen con las plantas que les rodean,... En el fondo, ¡posibilidades infinitas!
Es el camino inverso a la globalización que es una relación impuesta de 1 a n. La GI, es un proceso de n a n. Es un universo de relaciones respetuosas, de colaboración y de observación. De esta forma, los nuevos productos e ideas se disparan al infinito. El mejor proceso de innovación.
Con las premisas de crear la tecnología que permitiera la GI, creé 4dlife.